Hotel Abadía
La Serratella, Castellón
Tradición y modernidad para un hotel rural con encanto.
El hotel es un encantador alojamiento rural situado en un entorno montañoso en el corazón de Castellón. Ocupa la histórica Casa Abadía, cuya fachada de piedra se ha preservado y adaptado para dar cabida a las nuevas instalaciones. El enfoque del proyecto radica en la integración armónica de los elementos tradicionales de las preexistencias con la arquitectura contemporánea.
Disciplina
Arquitectura, Interiorismo, Rehabilitación
Superficie
456 m²
Año
2012
Tipología
Hotelero, Retail
Estado
Construido
Promotor
Privado
En la planta baja, se encuentra la zona de recepción, un rincón de lectura y un restaurante donde los huéspedes pueden disfrutar de la gastronomía local. Las plantas superiores albergan las habitaciones, brindando a los huéspedes una estancia íntima y relajante. Además, en la planta bajo cubierta, el hotel cuenta con un spa que ofrece impresionantes vistas de toda la región, incluso llegando a divisar el mar en días despejados.
El campanario como elemento emblemático.
Durante el diseño del edificio, se prestó especial atención al campanario de la Iglesia local, que es un símbolo importante para la localidad. Para respetar su significado histórico, se optó por separar el hotel del campanario, destacando así su importancia en el paisaje del pueblo.
La arquitectura resalta los elementos tradicionales del edificio original mediante el uso de piedra caliza en las fachadas, con detalles de chapa de acero en las ventanas y balcones tradicionales. En el interior, los suelos presentan una textura de madera con un pavimento laminado que contrasta con las paredes de piedra caliza o pintadas en varios tonos.
La arquitectura resalta los elementos tradicionales del edificio original mediante el uso de piedra caliza en las fachadas, con detalles de chapa de acero en las ventanas y balcones tradicionales. En el interior, los suelos presentan una textura de madera con un pavimento laminado que contrasta con las paredes de piedra caliza o pintadas en varios tonos.
Elementos contemporáneos para realzar la materialidad tradicional.
Una característica única del hotel es su escalera, elaborada con hormigón visto en la cara inferior y peldaños de madera, junto con una barandilla de barrotes de acero pintados en negro. El interiorismo ha sido diseñado como un complemento armonioso a la arquitectura, utilizando elementos rurales que se combinan perfectamente para crear un ambiente acogedor y auténtico en todo el establecimiento.